La desglobalización como tendencia en la movilidad de talento

2020-09-30

Como reacción ante la irrupción de la contingencia sanitaria por la pandemia COVID-19, las empresas pausaron sus procesos de reclutamiento -al menos temporalmente- y desgraciadamente también ha habido despidos de empleados. Como resultado de esto, muchas compañías están considerando que sus próximas reubicaciones ya no serán tanto para nuevos colaboradores, sino para empleados que laboran actualmente en la organización.

¿Qué implicaciones tendrá esta tendencia? La reducción en las interacciones globales implicarán un escenario positivo para las nacionales. Por supuesto que el comercio interacional seguirá, pero la transformación de una movilidad global a una nacional implicará que el comercio dentro de las fronteras superará en cuanto a prioridad las globales, al menos durante los siguientes dos años, de acuerdo a un estudio de Corprelo. Asimismo, en el documento se indica que el 92% de las empresas encuestadas respondieron que han detenido sus procesos de reubicación internacional, sin planes de reiniciarlos hasta el 2021.

Ante estos cambiantes escenarios, los equipos de movilidad seguirán enfrentando retos nuevos, al administrar las operaciones y al mismo tiempo reflexionar sobre las lecciones aprendidas, sobre todo para el impacto que estas puedan tener en futuros programas de movilidad.

Lo que es un hecho es, por tanto, que la Nueva Normalidad implica un proceso de desglobalización. ¿Cómo actuar ante ello? Dada la velocidad a la que esta crisis se desarrolla, será esencial realizar un análisis a profundidad sobre los empleados que estén en otros territorios: ubicar quiénes fueron reubicados, quiénes siguen o seguirían trabajando remotamente, los que requerirán extensión de visas, cuantificar los costos, entre otros.

Los negocios se han reimaginado ante este contexto, y por ello la movilidad sin duda seguirá siendo impactada. Quedará como responsabilidad de cada compañía saber cómo elegir el actuar más adecuado, dependiendo de las ubicaciones, las actividades y el impacto de los proyectos que cada una tenga actualmente y en el corto plazo.

Y es que las áreas encargadas de esto deberán planear nuevas olas de restricciones derivadas del COVID-19 y un periodo de “shocks” continuos, por lo que deberán ser ágiles y responder ante estas complejidades. Por ahora, nos queda ser pacientes y resilientes para los próximos meses y años.

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